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Las devoluciones gratuitas pueden ser cosa del pasado

Free returns

Algunos minoristas han empezado a cobrar por las devoluciones procesadas a los distintos clientes, debido a que los gastos de envío están incrementando y el trabajo que eso involucra supone un gasto muy elevado de manera anual.

Mientras que los consumidores se han acostumbrado no solo a los envíos gratuitos sino también a las devoluciones sin coste, los eCommerce, por otro lado, luchan para hacer frente a los grandes costes que eso les supone. Gastos que hacen referencia por ejemplo el trabajo involucrado en los procesos, preparación para que el producto pueda ser revendido, gastos de envío, entre otras.

 

¿Por qué las empresas cobran ahora por las devoluciones?

Teniendo en cuenta las complicaciones financieras a las que se han enfrentado muchos minoristas en tiempos de Covid, y, tras el aumento de ventas y devoluciones durante la pandemia, la mayoría de estos ha decidido penalizar al cliente haciéndoles pagar, al menos, una parte del proceso de devolución.

Los consumidores a menudo adquieren grandes cantidades de un mismo producto en diferentes colores/ tallas, y devuelven aquellos que no les gustan/ quieren. Según datos de la Federación Nacional de Minoristas, los compradores devolvieron en 2020 unos 100.000 millones de dólares de mercancías que habían comprado online. En 2021, esa cantidad aumentó a unos 218.000 millones de dólares.

Según una estimación, procesar una devolución tiene un coste para una empresa del 66% del precio de un producto. Según otra estimación, la devolución puede llegar a costar entre 10 y 20 dólares para la empresa, sin incluir el coste del transporte. Consecuentemente podemos ver que los minoristas pierden, por término medio, millones de dólares cada año por dejar que se devuelvan los productos no deseados de forma gratuita.

 

¿Qué empresas cobran una tasa de devolución?

Aun así, la era de las devoluciones gratuitas puede estar llegando a su fin. H&M planea empezar a cobrar una tasa de devolución para ver cómo reaccionan los clientes, mientras que Zara añadió recientemente una tasa de 3,95 dólares. JCPenney, Abercrombie & Fitch y J.Crew también cobran por las devoluciones, normalmente unos 7,50 u 8 dólares.

Otras empresas, por lo contrario, han adoptado una perspectiva diferente en la cual ofrecen devoluciones gratuitas únicamente a sus compradores más fieles.

 

Consecuentemente, ¿qué pueden hacer los consumidores para evitar pagar por las devoluciones?

La posibilidad de dejar el producto en tienda o en un punto de recogida es una buena alternativa para evitar el coste de devolución por parte del cliente. Aunque desviarse del camino para dejar un paquete no pueda parecer lo más cómodo, puede ayudar a mantener los precios bajos a largo plazo, ya que, por lo contrario, si los costes de las devoluciones siguen aumentando, los minoristas buscarán nuevas formas de recuperar esas pérdidas.

Lo más probable es que para llegar a esos márgenes más altos, haya que añadir un punto de precio más alto a esos artículos al principio de la compra, así que esto es una especie de incentivo para que el cliente asuma su parte en la recuperación de esos bienes sin tener que cobrar necesariamente por ello.