Estrategias para gestionar las reclamaciones: Aumentar la satisfacción y la fidelidad del cliente

Sólo el 4% de los clientes insatisfechos presentan una queja a tu empresa, pero un cliente insatisfecho contará su mala experiencia a más de 10 personas. Por tanto, las posibilidades de que ya hayas perdido ventas debido a clientes descontentos sin ni siquiera saberlo son altas.
Internet y las redes sociales hacen que los usuarios hablen más de sus experiencias al comprar. Por desgracia, por muy bien que trates a los clientes y por muy eficiente que seas a la hora de resolver las reclamaciones, siempre hay margen para recibir críticas negativas.
Respuestas rápidas y personalizadas
El objetivo es que el cliente se sienta escuchado y comprendido. Puedes conseguirlo mostrando que valoras sus preocupaciones y que te comprometes a resolver sus problemas. He aquí algunas estrategias:
- Responde a las quejas de los clientes lo antes posible, preferiblemente en un plazo de 24 horas.
- Si es posible, dirígete al cliente por su nombre en la respuesta.
- Haz referencia a la queja concreta. Demuestra que has leído atentamente y comprendido la queja del cliente haciendo referencia a detalles concretos.
- Expresa empatía y comprensión por la situación de cada cliente. Utiliza expresiones como “Siento las molestias causadas”.
- Adapta tu respuesta a la queja concreta y evita utilizar respuestas genéricas o automatizadas, y proporciona información o soluciones pertinentes.
- Evita el lenguaje técnico. Asegúrate de que la respuesta es fácil de entender y utiliza un lenguaje claro y conciso para comunicarte eficazmente con el cliente.
Ofrecer soluciones
Ofrecer soluciones a las quejas de los clientes consiste en abordar sus preocupaciones específicas, asumir la situación como propia y esforzarse por superar sus expectativas con un enfoque personalizado. Ofrece opciones que puedan resolver el problema, como el reembolso, la sustitución o el crédito en la tienda. Si es necesario, involucra a los departamentos o responsables pertinentes para garantizar una resolución satisfactoria.
Al atender las quejas de los clientes, es fundamental abordar cada situación con empatía y una mentalidad centrada en el cliente. Demuestra auténtica empatía hacia la experiencia del cliente. Expresa comprensión por su frustración y molestias causadas por el problema y hazles saber que su queja es importante y que te preocupa de verdad resolverla.
Una vez aplicada o iniciada la solución, haz un seguimiento con el cliente para confirmar que el problema se ha resuelto del todo.
Seguimiento
El seguimiento es un paso crucial en el proceso de resolución de reclamaciones de los clientes. Después de ofrecer una solución, es esencial que te pongas en contacto con el cliente para asegurarte de que su reclamación se ha abordado eficazmente y se ha resuelto. Hacer un seguimiento oportuno cómo ayuda a demostrar tu compromiso con la atención al cliente:
Cerrar el círculo: El seguimiento del cliente pone fin a la reclamación.
Verificación de la satisfacción del cliente: El seguimiento permite confirmar si la solución ofrecida ha cumplido las expectativas del cliente y ha resuelto su reclamación. Al contactar directamente con el cliente, le das la oportunidad de expresar cualquier duda que le quede o de comentar su experiencia.
Resolver problemas pendientes: En algunos casos, es posible que la solución inicial no resuelva por completo la queja del cliente. La conversación de seguimiento te permite identificar los problemas pendientes y tomar nuevas medidas para rectificarlos.
Restablecer la confianza y la lealtad: El seguimiento demuestra al cliente que su satisfacción y bienestar son prioritarioss.
Documenta y aprende
Documentar las reclamaciones de los clientes y aprender de ellas es esencial para la mejora continua. Llevar un registro de las reclamaciones de los clientes y de sus soluciones constituye un valioso recurso para el análisis.
Revisa periódicamente estos registros para identificar patrones y tendencias en problemas comunes. Este análisis te permite identificar áreas de mejora, como la calidad del producto, los procesos de envío o el servicio al cliente. Aprovechando este conocimiento, puedes implementar los cambios necesarios para mejorar la experiencia general del cliente y abordar los problemas recurrentes.
Sistemas de feedback
Anima a los clientes a dar su opinión a través de encuestas, reseñas o valoraciones, creando canales para que compartan sus experiencias. Si buscas opiniones de forma proactiva, podrás identificar posibles problemas antes de que se conviertan en quejas. Después, tendrás margen para hacer los ajustes necesarios en tus productos, servicios o procesos.
Las quejas de los clientes pueden suponer el éxito o el fracaso de tu empresa. Los clientes descontentos no sólo pueden dejar opiniones negativas, sino también compartir sus experiencias negativas con otras personas, lo que puede afectar a tu reputación y a tu cuenta de resultados. Sin embargo, si empiezas a aplicar estrategias eficaces para gestionar las reclamaciones de los clientes, puedes convertir a los clientes descontentos en defensores de la marca. Cada reclamación es una oportunidad para dejar una impresión positiva duradera.